¿Cómo estás por dentro?…

 

Normalmente estamos acostumbrados a que siempre que conversamos con alguien, nos preguntan y también nosotros preguntamos…  ¿Cómo estás? Y siempre respondemos por inercia, por cortesía o por salir del paso… Estoy bien!!.

 

Hoy conversando con un compañero y amigo de mi antiguo trabajo, caí en cuenta de eso… nunca preguntamos ¿Cómo estás por dentro? Él me comentaba que hablar conmigo lo hacía sentir como nuevo y a veces ni yo misma me lo creo, que a través de una simple conversación podamos dar paz a otros.

 

Cuando terminamos de hablar reflexioné un poco sobre nuestra conversación y sus palabras, el simple hecho que representa un interés real por conocer el estado de la persona va un poco más allá, que cuando lo hacemos por cortesía, y creo que se nota y se percibe.

 

En ese instante resonó mi alma y por eso la publicación de este post, que bueno seria encontrarte contigo mism@ y en silencio, y hacerte esa pregunta…. y responderla con la mayor sinceridad posible….  Cómo esas veces cuando te encuentras a alguien que aprecias mucho y hace tanto tiempo, no lo habías visto y de verdad quieres saber ¿Cómo está? y ¿Cómo le va? Más cuando hemos pasado tanto tiempo confinados en casa y a veces la única comunicación es virtual, por chat, incluso sin verse a los ojos y sin poder tener una conversación “face to face” ahora todo es tan impersonal.

 

Creo que de forma inconsciente y a diario me hago esa pregunta y me encanta descubrir que mi respuesta también es espontánea y sincera. Mi vida no es perfecta, pero una de las maneras que tengo para amarme y cuidarme, es dentro… del espacio que a diario busco para estar a solas, sin nadie más que mi propia compañía, para así poder escuchar la voz de los pensamientos que surjan en ese momento, que pueden ser buenos, en algunos momentos no tanto (no crean también me altero, y me salgo de mis casillas), y no puedo negar que en ocasiones no son muy positivos ni claros… pero ya con el simple hecho de prestarles atención y de alguna manera dejarlos fluir, simplemente ayudan a que no crezcan, ni se alimenten de más.

 

Por algo dicen que los demonios internos, desaparecen cuando los tratas con amor y los expones a la luz y pienso que hay algo de cierto en eso, pues a nivel personal me ha funcionado… que cada vez que surge algún sentimiento de tristeza, angustia o dolor, y para no reprimirlo más, se lo entrego a DIOS y el simple hecho de mirarlo con ojos de amor, orar por esa persona, neutraliza cualquier carga negativa que pudiese tener.

 

Eso me puso a pensar lo siguiente: Me he ocupado de manera genuina y amorosa por mi misma… canalizando esas emociones que como toda mujer solemos sentir…. Porque somos un carrusel de ellas, y no estamos exentas de un día querer estallar, querer llorar, querer gritar y sacar todo eso que reprimimos y ocultamos tanto, con tal de decir “Estoy Bien”

 

Ya en el noveno mes, de un año atípico, creo que este año, nadie lo olvidará, puedo decir que ya no cargo con fantasmas del pasado… si bien es cierto que tengo días buenos y también malos, no puedo negarles que la nostalgia viene a veces a visitarme, pero el PRESENTE y mi propia RESPIRACIÓN, se encargan de presionarla para se marche pronto. La MEDITACIÓN ha sido una gran amiga y una perfecta aliada, para que esos días, sean más llevaderos y me recuerdan del modo más simple que el tiempo que tendré en esta tierra, con todas mis fortalezas mentales y físicas intactas puede ser muy reducido y de mi depende de lo que quiero alimentar mi alma, y VIVIR, si quiero estar en este presente, disfrutando el aquí y el ahora… entendiendo que no, es lo nos falta… sino valorar y disfrutar lo que si tenemos.

 

Hoy me hice la pregunta:

¿Cómo estas por dentro Delsy?

Y mi respuesta fue la siguiente: Yo estoy bien, me siento contenta por estar sana, por tener un nuevo trabajo, por mi familia, el apoyo constante de mi esposo, escuchar y ver la sonrisa de mis hijas, una hermana que es como otra hija, el cariño y amor de mis padres, una chiquitita (mi sobrina) que lleno nuestra vida de melodías, por contar con gente valiosa a mi alrededor, por mis logros internos,  por el amor que me hacen sentir mis mascotas, porque puedo escribir para que tú me leas, porque quiero aprender y vivir de modo intenso todo lo que me pase en el día…. desde que despierto hasta que me duerma, cuando estoy rodeada o cuando estoy a solas; y porque tengo unas inmensas ganas de regalar todo lo bueno que yo pueda tener como persona (sin importar si es poco o mucho) a cada persona que se cruce en mi camino, más allá de si me conoce o no.

 

Hoy fue un día de reflexión y valoro poder tener esos espacios, de cuestionarme (normalmente, siempre buscamos excusas, para no conocernos, evadirnos o incluso en ocasiones mentirnos), pienso que el alma de una persona puede ser similar a como es una alcancía, en la que a diario vamos depositando todo lo que sentimos y las reacciones relacionadas con los acontecimientos que nos pasan… quizás si intentamos tener esa analogía un poco más presente, puede cambiar la forma como visualizamos el mundo en que vivimos … no es complicado y nada del otro mundo, tratar de estar bien uno primero y hacer de nuestro bienestar la prioridad más grande (a eso le llamo Amor Propio), puesto que independientemente si estamos bien o mal, eso será algo que se refleje de alguna manera en el comportamiento y las reacciones que tenemos hacia los demás…

 

Espero que si hoy, no estuviste bien por dentro, mañana SÍ, que sea un día diferente y una semana grandiosa llena de luz para ti; pues a pesar de que el mundo, cada vez está más de cabeza y tantas cosas a nuestro alrededor aniquilan de alguna manera todo indicio de esperanza, todos en absoluto tenemos algo para agradecer.

 

Yo, por ejemplo, te agradezco que revivas mis letras y mis pensamientos a través de tus ojos, que me regales un instante de tú tiempo, que de alguna manera me estás acompañando en este camino que se llama vida.

Espero yo poder hacer lo mismo por ti.

 

Y tú… ya te respondiste…. ¿Cómo estás por dentro?

 

Buen inicio de semana.

#DecideSentir