Magia...

Últimamente, esta palabra ha rondado por mi cabeza en estos días, y es como de esas señales que a veces nos llegan, y cuando analizamos con más detenimiento, las encontramos presente en varios momentos y situaciones, que me han hecho pensar un poco sobre ella: me leí un libro este fin de semana con ese título, algunas conversaciones que he tenido con amig@s la han mencionado, y cuando a ti te dicen resultó *mágico* uno piensa que es algo de otro mundo, o está relacionado al encanto de algo o de alguien.

 

Hay quienes piensen que tiene que ver con un mago, con una varita sobre el borde de un sombrero, hay otros más osados, que piensan en el arte de la predestinación y ciencias oscuras esas que entretejen a su antojo los hilos de la existencia de alguien, con el fin de manipular su voluntad y lograr así un propósito concreto.

 

Pero muy pocas personas piensan que existe magia en el mundo real, suena descabellado y poco creíble (sobre todo para las personas que viven con los pies perfectamente bien puestos sobre la tierra).

Pensar que pueda existir algo mágico dentro esta realidad que a diario vivimos inmersos… y más como se encuentra el mundo actualmente, con la incertidumbre que nos acongoja cada día, donde no vemos sino quejas, sufrimiento y dolor. Un ambiente tan conflictivo que predomina en muchos lugares y no crean… también ese conflicto lo vive nuestra mente. Nos llevan a dejar de creer en esas cosas, y a desechar todo aquello que no podemos explicar de manera lógica.

 

La magia va mucho más allá de todo eso y de verdad existe, y está presente en nuestras vidas, de una manera tan visible, que eso es precisamente lo que impide que muchas veces la podamos ver y con esto no quiero decir que se necesita tener algún poder especial, basta con que creas y decretas lo que deseas, el entusiasmo que le pongas a lo que hagas, el enamorarte de lo que eres… de lo que haces, sentir que eso que haces, te apasiona, te llena de luz y lo entregas con mucho amor … ahí es cuando sucede la magia, incluso no necesitas el reconocimiento de los demás, es una sensación de estar conectad@ a algo más grande que tú, que te guía, te sostiene, que te hace seguir…. Es como un impulso interno, una luz interior, que te hace caminar con una seguridad absoluta, incluso en caminos de incertidumbre total, no importa si tienes que cambiar el rumbo, a lugares quizás nunca imaginados, que te hace re-calcular, cambiar de objetivos, metas, con una confianza absoluta y tranquilidad de que, por ahí, es el camino, (es como seguir a tú corazón) que a veces te trae dudas, miedos, vacíos, pero si sueltas y aceptas…. Sigues y confía …. Ahí aparece la magia, mejor dicho, es la energía, esa que sientes cuando vives con el alma tus proyectos, tus sueños, así con ese entusiasmo, no necesitas hacer nada para que te vean, contraten o te reconozcan …. Las oportunidades… ellas te encuentran a ti, cuando el entusiasmo, la pasión, el reconocimiento y la validación de lo que eres y haces…viene de ti, tú nivel de vibración es tan alto, que a tú vida atraes cosas, personas, oportunidades que están a ese nivel y entonces dices que ha sucedido algo increíble, mágico… pues no es magia, eres tú vibrando desde el amor, esa energía que tienes tú y todo lo que nos rodea, porque todo lo que piensas, sientes y pronuncias…lo materializas.

 

Abrázate con tu amor, despójate de los recuerdos, despréndete del pasado, de las cosas que te preocupan, te duelen o enferman, no permitas que la tristeza predomine en tus días, y si llega se consciente de ella, vívela, pero no te aferres a ella, porque ahí es el principio de tú sanación.

 

Recuerda... no busques fuera de ti…. ¡Porque la magia eres tú!!!