¡Sentir es Vivir…!

Hace rato no pasaba por estos lares….y a pesar que me gusta escribir, siento que a veces estar en silencio es la medicina perfecta que necesita el alma.

Llevo muchos meses sin escribir en el blog, en este tiempo han pasado tantas cosas, algunas buenas, otras desagradables, unas que nunca pensé vivir, unas que me han provocado tristeza, incluso lágrimas, pero al final entendí que no puedo hacerme responsable de lo que habita en el corazón y mente de otros.

Han sido tantas experiencias, a lo largo de este tiempo, que siento que me han permitido crecer, y justo hoy lo comentaba con una amiga y le decía tengo que escribir sobre esto.

Les quiero contar que amo estar viva, ser la mujer que soy, que ahora vivo de manera más intensa y menos dramática (que cuando era más joven), ahora soy más consciente de todo cuánto me sucede, incluso en los días de sombra, esos días en los que sentimos si todo al final “ha valido la pena” o cuando nos llegamos a sentir perdidos.

Hoy quise escribir, porque se que hay tantas personas, que a diario experimentan lo mismo…  Es tan humano sentir que amas la vida y la manera como la compartes, pero puede pasar que otros días sientas miedo, nostalgia a no ser capaz de aprovechar cada uno de los días que la vida y DIOS nos regalan y eso no significa que estés triste o en depresión.

Como seres humanos vivimos una dualidad de emociones y esos instantes sombríos pasan siempre… y creo que cuando tenemos miedo de perder algo y/o a alguien se acrecientan más, logrando provocar un agujero en el corazón. La mayoría de las veces logro ahuyentarlos conversando con mis amigos más cercanos o escribiendo para ese Ser Superior, que desde hace años lo incorporé a mi vida como algo cotidiano y es justo eso lo que me da la confianza para fluir e ir aceptando las cosas tal cual son, aunque no sucedan exactamente como yo esperaba.

Y es entonces cuando muero de ganas de escribir, pero me quedo en silencio (¿no les pasa?), y sé una vez más porque disfruto tanto ese espacio tan personal y tan mío...

Las conversaciones sinceras con Dios en las que le abro mi alma por completo; también las tardes de camino a casa (en medio del trancón) o las madrugadas como la de este día, en las que el amor que siento por todos aquellos quienes son parte de mi círculo más vital y cercano, son mi mejor antídoto para sobrellevar las adversidades de lo cotidiano.

Hoy entiendo que vivir es un regalo, que dentro de cada uno de nosotros hay un corazón latiendo, que es un músculo que funciona de una manera tan asombrosa como compleja y a veces ni siquiera nos percatamos de ello. Creo que todos libramos alguna batalla siempre, la vida no es sencilla para nadie, pero siempre nos sorprende y si nos permitimos sentir, sin juzgarnos, sin reprimirnos, siempre será más fácil entenderla.

¡En fin! son tantas y tantas cosas... Pero hoy sólo quise eso... Hablar con letras, en lugar de palabras, para decir que, aunque parezca que estoy distante, sigo aquí; en apariencia sin decir ni contar nada en concreto... Tal vez buscando esas respuestas que se dice siempre tantas veces se descubren en el silencio... Aunque en esos días de sombra que son tan humanos, y a pesar de que siempre veo la vida de manera positiva también tengo que reconocer que es inevitable y me envuelve, y en esos momentos prefiero quedarme en silencio...

Y en silencio es hoy, todo de lo que mi alma me pedía hablar… Es un gran regalo el simple hecho de estar vivo y nunca, pero nunca te arrepientas ni dejes de ser como realmente eres... porqué sentir también es VIVIR….